La protección legal y judicial de los consumidores evoluciona constantemente abriéndose a nuevos supuestos dada la constante aparición de nuevos contratos y formas de contratación.
Antes de que el consumidor y usuario quede vinculado por un contrato y oferta correspondiente, el empresario deberá facilitarle de forma clara, comprensible y accesible, la información relevante, veraz y suficiente sobre las características principales del contrato, en particular sobre sus condiciones jurídicas y económica.
Hay un amplio conjunto de normas dirigidas a la protección de los consumidores, tanto a la hora de formalizar el contrato, como en el desarrollo y finalización del mismo, regulando sus derechos y estableciendo un sistema de garantías y protección frente a las prácticas comerciales desleales y abusivas.
Un asesoramiento profesional permite una adecuada defensa ante cualquier situación que se plantee.